Cantos de trabajo de llano colombo-venezolanos

Los cantos de trabajo de llano son una práctica de comunicación vocal que surgió en la estrecha relación establecida por la sociedad humana con los ganados bovinos y equinos y del conocimiento adquirido durante el proceso de construcción del paisaje socioproductivo de las tierras planas y bajas de la región de los Llanos. Consisten en tonadas que se ejecutan a capella, de forma individual, cuyas líneas melódicas se prolongan a voluntad del cantor, con muy escasa sujeción a ritmo o medida y que se estructuran sobre textos cuya forma básica (aunque no única) es la cuarteta octosilábica de asonancia en los versos pares. Los cantos se expresan en dos modalidades asociadas cada una a actividades específicas: arreo y ordeño. Los cantos de arreo están destinados al manejo del rebaño en movimiento en las sabanas abiertas; a la voz humana puede sumársele el son de la guarura (Strombus gigas u otras especies de grandes caracoles) o de los cuernos (cachos) de reses. En los cantos de ordeño, ciertos enunciados apelativos junto al nombre de cada vaca conforman el entorno paratextual. Dicho nombre, que figura en el texto estrófico mismo, es reconocido tanto por ella como por la cría al momento del llamado.

Los cantos de trabajo de llano colombo-venezolanos” se inscriben en el sistema de la ganadería tradicional llanera, práctica económica, social y cultural regida por códigos consuetudinarios propios, cuyo núcleo es la vaquería (conjunto estacional de faenas que se ciñen a los ciclos del año climático y se orientan a la apropiación y distribución de la riqueza pecuaria). Este sistema, armónico con las condiciones ambientales y las dinámicas de la naturaleza, supone la realización de diversas tareas: la caballeciada o trabajo de bestias (preparación de los caballos como principal medio de trabajo), el pique y rodeo (recolección del ganado diseminado en vastas extensiones), su aparte (selección y distribución según los usos y entre los diferentes propietarios), la hierra y marcación de animales orejanos (formas de identificación), la castración, la escogencia de vacas paridas para el ordeño y de animales no aptos para la cría. Este ciclo productivo remata con la devolución del ganado restante a la vida libre en las sabanas hasta la próxima vaquería. En conjunto, estas actividades constituyen lo que se denomina trabajo de llano y dos de estas, el arreo y el ordeño, sobresalen por el significativo hecho de haber dado origen a manifestaciones vocales que acompañan el esfuerzo de trabajo y son imprescindibles para su eficiente cumplimiento (cantos de arreo, cantos de ordeño, llamadas, silbidos, gritos y japeos).