Patrimonio de la Humanidad

Desde el año 2008, el Estado venezolano se ha sumado al conjunto de países que unen esfuerzos por promover la salvaguardia de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos del mundo. Es en este contexto que la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura en relación estrecha con comunidades a lo largo y ancho del territorio nacional, ha logrado significativos avances en la ejecución de investigaciones con la finalidad de presentar a consideración de autoridades y expertos internacionales, el reconocimiento de manifestaciones específicas de nuestro patrimonio cultural inmaterial, demostrativas de nuestra condición de sociedad multiétnica y pluricultural como lo reconoce la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Al servicio de este interés nacional el Centro de la Diversidad Cultural ha puesto la experticia reunida desde hace setenta años en el estudio sistemático de diversas manifestaciones tradicionales venezolanas, así como en el fortalecimiento de una gestión conjunta con diversos colectivos de tradición, conformados en Redes del Patrimonio y Diversidad Cultural en ejercicio del poder popular legítimo, desde la voz protagónica de las comunidades y en correspondencia con el espíritu de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, 2003.

Venezuela ha ingresado a la UNESCO con cinco manifestaciones inscritas en la Lista Representativa para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, (Diablos Danzantes de Corpus Christi, Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, Los conocimientos y las tecnologías tradicionales relacionadas con el cultivo y procesamiento de la Curagua y El Carnaval de El Callao: representación festiva de una memoria e identidad cultural), y el Ciclo Festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista, gracias a sus satisfactorias condiciones de vitalidad y a los esfuerzos que los portadores realizan para su transmisión a las generaciones futuras.

De la misma manera, nuestro país asumió el desafío de solicitar la incorporación en la Lista de Salvaguardia Urgente, de una expresión cuya existencia y transmisión está en peligro a pesar del trabajo que han realizado los portadores y el Estado para su recuperación, tal y como es La tradición oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral. A estos esfuerzos se suma la solicitud de inscripción en la Lista de Salvaguardia Urgente, la práctica de “Cantos de llano colombo-venezolanos” para 2017 y a la Lista de Buenas Prácticas en el 2019 el "Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela".

Esta sección nos acerca a las diversas expresiones del patrimonio cultural inmaterial venezolano, reconocidas por su aporte a la diversidad cultural, al diálogo y al respeto mutuo, en un escenario intercultural que pretende el desarrollo sostenible de los pueblos con base en su riqueza cultural y espiritual.

Para la sociedad venezolana, en general, resulta satisfactoria la reciente puesta en escena a escala mundial de estas ocho expresiones del patrimonio cultural inmaterial venezolano: Los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela, La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, La Tradición Oral de los Mapoyo y sus Referentes Simbólicos en el Territorio Ancestral,  Los Conocimientos y las Tecnologías Tradicionales Relacionadas con el Cultivo y Procesamiento de la Curagua, El Carnaval de El Callao: representación festiva de una memoria e identidad cultural, Cantos de trabajo de llano colombo-venezolanos, Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela y el Ciclo Festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista.

Estas estrategias de visibilización internacional parten desde la propia autodeterminación de las comunidades portadoras de las respectivas manifestaciones. Se inician con el reconocimiento de las identidades culturales distintivas y de las experiencias de valoración patrimonial que los colectivos de tradición alcanzan en sus realidades cotidianas específicas; en su condición de legítimos detentores del Poder Popular. Es parte de la labor de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural como Núcleo Focal ante la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.