Expediente en Curso 2025
Video sobre El Joropo Venezolano: http://www.diversidadcultural.gob.ve/venezuela-plural/coleccion-audiovis...
Ficha de Inventario: ficha_joropo_rpc_2023.pdf (602.35 KB)
Expediente: el_joropo_venezolano.pdf (351.98 KB)
El Joropo Venezolano
Contenido del Expediente:
Estado (s) Parte (s)
República Bolivariana de Venezuela.
Nombre del elemento:
El Joropo Venezolano
Nombre de las comunidades, grupos o individuos:
Los portadores, también autorreconocidos como “joroperos”, pueden ser individuos pero especialmente se trata de organizaciones familiares y grupales que representan los distintos componentes pertenecientes al joropo.
Son depositarios de saberes ancestrales redefinidos y redimensionados a lo largo de su desarrollo histórico, para continuar con un legado que los identifica y une a sus pares, e incluso con un notorio y comprobado sentir nacional en torno al elemento.
Información General:
El elemento, cuyo origen se remonta al siglo XVII, es un proceso festivo, resultado del contacto entre indígenas, africanos y europeos. Desde su amplísima diversidad de formas, conjuga música, poesía, canto y baile. Se ejecuta con instrumentos como el arpa, bandola, bandolín, cuatro, maracas, guitarra, violín y acordeón, entre otros, que en determinadas combinaciones, dan forma a la rica gama de variedades existentes. Sus líricas tratan del amor y el desamor, el humor, la naturaleza, los paisajes y las faenas del campo.
Se realiza durante todo el año, tanto de forma espontánea, como programada. Es común su presencia en celebraciones familiares, así como en espacios colectivos. Puede ser el marco de fiestas paganas o religiosas, siempre en consideración de los marcos geográficos y de significación simbólica donde se desarrolla.
Su baile es en parejas, abrazados, con cierta distancia entre el hombre y la mujer, e iniciado con una posición de valseo. A partir de allí, se ponen en práctica pasos y figuras, siempre sujetas a formas previamente convenidas: zapateos, escobillaos, y particularidades como por ejemplo: “cotorreo” o “gabán sacando pescao”. Una fiesta de joropo puede extenderse hasta por tres días.
Los miles de joroperos se encuentran en toda Venezuela. Son niños, jóvenes, hombres, mujeres y adultos mayores, miembros de las comunidades portadoras. En algunos casos son los hombres quienes cantan y tocan los instrumentos musicales, mientras las mujeres sólo bailan (junto a hombres). En otras partes, todos participan por igual, valorándose incluso el virtuosismo del canto femenino. Los adultos mayores tienen un rol especial en la transmisión del elemento a las nuevas generaciones, no obstante, hay jóvenes que de manera destacada también cumplen dicha labor. Para la fiesta resulta imprescindible el trabajo de lutieres, compositores, modistas, costureros y cocineros.
Para los portadores es significativo el rol de la oralidad y la imitación de las habilidades de los adultos en la transmisión intergeneracional. Es común que los niños participen en escuelas de Joropo para aprender no sólo el canto, la fabricación y ejecución de instrumentos musicales y los bailes, sino también otros aspectos relacionados al elemento: la indumentaria tradicional, su significado simbólico, e incluso las normas de convivencia y respeto que deben existir entre los miembros de la comunidad. La transmisión del elemento se da tanto en espacios familiares como escolares, concebidos éstos, como apoyos a dicha práctica.
Para sus portadores, el elemento es un legado transmitido por sus antepasados; herencia que los identifica, une y enorgullece. En todas las comunidades representa momentos de encuentro y celebración. La fiesta ideal para el disfrute. Durante las fiestas, los más jóvenes aprenden el significado que el elemento tiene para sus comunidades. A la par, se ponen de manifiesto otras actividades ligadas a la práctica, como la culinaria tradicional. El núcleo familiar es fundamental para su aprendizaje. Junto a la transmisión del canto y del baile, se refuerzan los vínculos entre parientes y se fortalecen los sistemas de valores compartidos.
El joropo es un elemento accesible a todos. Siempre en el marco del respeto, existen escenarios favorables para su continuidad y promoción (festivales, conciertos, clubes y restaurantes, por ejemplo), desde los cuales, los portadores permiten a la población venezolana en general, el disfrute del elemento.
El joropo encuentra en el espacio social su centro más importante. Independientemente de las formas particulares en las que el canto, la música y el baile toman forma, reúne a personas de diferente estatus social, económico, político y religioso. Su objetivo siempre es el mismo: el disfrute y el encuentro con los marcos identitarios compartidos.
Contribución a la visibilidad, la concienciación, el diálogo y el desarrollo sostenible:
El Joropo, práctica de mujeres y hombres en igualdad de condiciones y oportunidades, es un reflejo de tradición, creatividad y diversidad. Tras su inscripción se fortalecerán los procesos educativos formales y no formales sostenidos en dichos componentes, y en la idea de la siembra de valores de buena humanidad como pilar del hecho social.
La significación que el PCI tiene para fomentar el diálogo, reflejar la diversidad cultural a nivel mundial y testimoniar la creatividad humana, se soportará en las acciones que por la salvaguardia hacen las comunidades que comparten el amor por el joropo. Su inscripción servirá para la convivencia armoniosa entre grupos que, por ejemplo, obedecen a diferentes tradiciones, idiomas o tienen orígenes étnicos disímiles. Se aspira que este axioma trascienda del propio elemento, para su posicionamiento como un sistema colmado de atributos, que puede ser replicado para enfrentar problematicas y/o afrontar retos enotras expresiones del PCI.
Por otra parte, su estrecha vinculación a la vida cotidiana de miles de portadores, posiciona al PCI y su salvaguardia como un referente que, de múltiples maneras —en este caso festiva y poética—, demanda y contribuye al cuidado del ambiente de cara a la consecución del desarrollo sostenible.
Medidas de salvaguardia:
Los portadores identifican algunas amenazas para la viabilidad del elemento, especialmente presentes en el seno de las nuevas generaciones. Entre estas problemáticas está la falta de interés, así como la invasión de contenidos musicales, bailes e indumentarias, que desconectados de la significación cultural que el joropo tiene, ha conllevado a su tergiversación, especialmente desde la impronta de los medios de comunicación y las redes sociales.
Los portadores, atentos a tales dinámicas han replicado en sus localidades, estrategias metodológicas, tales como jornadas de capacitación ofrecidas por el Centro de la Diversidad Cultural, Núcleo Focal para la Convención UNESCO, 2003. Desde el uso de recursos como el denominado “árbol de problemas” y entrevistas etnográficas abiertas, han elaborado colectiva y consensuadamente, medidas de salvaguardia inherentes a cada contexto geohistórico y cultural que participa en la candidatura, conscientes siempre de que el elemento obedece a realidades complejas y particulares. Posteriormente, a pesar de la amplitud de la información recabada, fue posible su sistematización, lo cual permitió que se definieran objetivos comunes para lograr en consecuencia, la construcción del Plan general de salvaguardia, constituido por cinco medidas.
Los portadores junto a sus aliados, como por ejemplo, el movimiento social “Red de Patrimonio y Diversidad de Venezuela”, no sólo trabajaron en el levantamiento de información para la definición de dichas medidas de salvaguardia, sino que ya las están implementando en mayor o menor medida, en sus localidades, y en ocasiones, con el apoyo de las instituciones del Estado; concurrencia de actores que deberá fortalecerse a futuro. Se trata este esfuerzo de un proceso que ante la complejidad cultural y geográfica del joropo, busca el equilibrio entre la descentralización y un eje central; enfoque dirigido a garantizar la vitalidad del elemento. A este respecto, algunos portadores han activado una red virtual para el intercambio de sus experiencias, lo cual fortalecerá en el tiempo a todas las comunidades joroperas.
Las medidas de salvaguardia son:
1. Transmisión de valores.
Objetivo: Sensibilizar a los jóvenes mediante estrategias que permitan la práctica permanente de las tradiciones joroperas en el entorno familiar y comunitario, promoviendo su participación activa desde la noción de “aprender haciendo”.
2. Investigación comunitaria y Programas educativos.
Objetivo: Propiciar la investigación comunitaria sobre el elemento, e incluir sus resultados en los pensum de educación formal, en atención a las particularidades regionales del joropo.
3. Desarrollo organizativo.
Objetivo: Consolidar equipos de trabajo locales, de cara al cumplimiento de normativas y metas comunes, a partir del desarrollo de procesos de reflexión en las comunidades joroperas.